martes, 18 de junio de 2013

El Tango de la guardia vieja de Arturo Pérez Reverte

Siempre que cae en mis manos un libro de Arturo Pérez Reverte comienzo su lectura de manera indulgente, en agradecimiento de otros tiempos en que disfruté con verdadera pasión la lectura de sus novelas. Es un autor en plena madurez y siempre es muy interesante valorar, no solo su nueva novela, sino lo que aporta en el conjunto de su producción. El cambio de estilo de sus últimas novelas no se ha producido con la calidad que esperaba, mostrando el autor síntomas de fatiga en unos argumentos, sólidos como siempre, pero con unos personajes que no llegan a transmitir la misma intensidad de siempre.

La novela nos cuenta la historia de Max Costa y Mecha Inzunza. Tres situaciones se despliegan en El tango de la Guardia Vieja: Una extraña apuesta entre dos músicos, que lleva a uno de ellos a Buenos Aires en 1928; uno de los amigos se llama Maurice Ravel, y compondrá un bolero que se hará famoso. El otro, Armando de Troeye, español y muy rico, deberá componer un tango que compita en honores con la pieza del francés. Para ganar la apuesta, De Troeye viaja a Buenos Aires con su mujer Mecha Inzunza. Durante la travesía en el lujosísimo transatlántico Cap Polonio, el matrimonio conoce a Max Costa, un apuesto bailarín de tangos con habilidades dispares —y algo más inquietantes que bordar unos pasos de baile— que se ocupa de entretener a las señoras a bordo del barco. Le seguirá un asunto de espionaje en la Riviera francesa en 1937, durante la Guerra Civil española. Es entonces cuando tiene lugar el segundo encuentro entre Max y Mecha, rodeados de refugiados españoles adinerados que se habían asentado en la Costa Azul hasta el final de la contienda fratricida. Todo concluirá con otro breve encuentro de la pareja protagonista, el tercero, durante los días en que transcurre una inquietante partida de ajedrez que se celebrará en el Sorrento de 1966.


La novela está narrada en tercera persona pero la gran técnica del autor hace que parezca relatada por los protagonistas. Max es una mezcla de truhan y señor que nació en ambientes humildes. Llama la atención por su elegancia y porte distinguido y saca mucho partido de sus escasas lecturas diciendo citas de aquí y de allá para luego emplearlas ante sus presas femeninas. Los reveses de la vida le vuelven escéptico y durante la novela actúa como un antihéroe. Al final las arrugas de su cuerpo son también las de su alma.

Mecha, por su parte, procede de un ambiente privilegiado, y es el lado opuesto a Max: de familia adinerada y con una educación exquisita. Aun así busca sobrevivir en un mundo en el que ni siquiera la belleza o el dinero son garantía de éxito. Mecha no recuerda a las  heroínas a las que el escritor suele recurrir, luchadoras empedernidas con principios sólidos que marcan el destino de su vida para sobrevivir.

La novela es un continuo tango con su música de guitarra y sus tristes historias de las cosas del amor. El tango es el verdadero vertebrador de la historia y junto con los protagonistas Max y Mecha aparecen el collar y el guante presentes durante toda la historia. Hay mucho Alejandro Dumas en la narración y en los personajes.


El autor hace un gran esfuerzo en recrear las distintas épocas con multitud de detalles que dan veracidad a la historia, recreándose en la descripción de pequeños detalles como joyas y vestuario. Ha realizado un gran esfuerzo documental que se agradece en la lectura y que invita al lector a profundizar al margen de la lectura en los tres escenarios. Especialmente brillante es el primero, en el Cap Polonio. Nos cuenta con maestría el origen del Tango y su evolución posterior y la búsqueda de la perfección. Mantiene en constante tensión a los personajes y abundan los secundarios, también muy trabajados. De lectura fácil, escrita como casi siempre en clave cinematográfica, el autor retoma la senda que inició con La piel del tambor, aunque la estructura de la novela recuerda a Travesuras de una niña mala de Mario Vargas Llosa. Hay una mejora en esta novela y una vuelta a los orígenes que tanta fama le dio. En definitiva un libro que recuerda a la buena literatura.

jueves, 13 de agosto de 2009

Kafka en la orilla, de Haruki Murakami

A veces el destino se parece a una pequeña tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar. Tú cambias de rumbo intentando evitarla. Y entonces la tempestad cambia también de dirección, siguiéndote...” Nadie lo sabe mejor que los dos protagonistas de Kafka en la orilla, un quinceañero que huye de casa por sus pésimas relaciones con su padre, que está convencido que el joven está condenado a repetir el destino de Edipo, y un anciano que durante la II guerra mundial sufrió un accidente y quedó incapacitado para comunicarse salvo con los gatos. Los dos van a parar al sur del país, a Takamatsu, y los dos encuentran cobijo en una biblioteca y en una misteriosa mujer. Elegida por el New York Times libro del año 2005, la novela muestra al mejor Murakami, con su sensibilidad, su inquietante juego de sueños y realidades, temores y certezas y su sentido del humor.

La catedral del mar, de Ildefonso Falcones

Siglo XIV. La ciudad de Barcelona se tropieza con su momento de mayorprosperidad; ha crecido hacia el mar, el humilde barrio de los pescadores,que deciden construir, con el dinero de unos y el esfuerzo de otros, elmayor templo mariano jamás conocido: Santa María de la Mar. Unaconstrucción que es paralela a la azarosa historia de Arnau, un siervo dela tierra que huye de los abusos de su señor feudal y se refugia enBarcelona, donde se convierte en ciudadano y, con ello, en hombre libre.El joven Arnau trabaja como palafrenero, estibador, soldado y cambista.Una vida desde niño vivida al limite del trabajo, siempre al amparo de lacatedral de la Mar, que le iba a llevar a convertirse en un fugitivo a lanobleza y la riqueza. Pero con esta posición, a veces, privilegiada, lellega la envidia de sus congéneres, que urden una sórdida conjura que pone su vida en manos de la Inquisición de la que su propio hermano adoptivo, es uno de los acusadores.
La catedral del mar es una trama en la que se entrecruzan lealtad altemplo, la venganza, la felonía, la guerra y, como no, la peste, en unmundo marcado por la intolerancia religiosa, la ambición desmedida y lamarginación social. Todo ello convierte la historia en atractiva y con lafrancachela de las luces y sombras de la época feudal.Tal vez el lector versado, enemigo de los best-seller, se aproxime, o talvez no, con prejuicios a esta novela, que sus editores la han presentadojactanciosamente como “Los pilares de la tierra a la española”. Sinembargo, no creo engañarme al afirmar que en La catedral del mar cabe todo tipo de lector y que le atrape esta historia, que el autor ha sabidocontar con una destreza poco habitual incluso en autores experimentados.Ésta no es, ni mucho menos, una novela perfecta. De nota a veces que lefalta la tensión narrativa y el narrador es poco profundo, a veces pasa deun día a la jornada siguiente sin transición alguna, nada mas que unrenglón y medio y los personajes prosiguen sus diálogos de una noche, queun texto dramático puede dar mucho de sí, como si no hubiese un saltotemporal. Tampoco es alta literatura. Sin embargo, ya querrían muchas delas que se publican todos los años en España estar contadas con lahabilidad que demuestra su autor para captar al lector. Perohay ciertas muestras de ingenuidad: se cargan en exceso las tintas enalgunas escenas, se acentúan demasiado ciertos énfasis o no se resiste elautor a demostrarnos sus vastos conocimientos en cuestiones jurídicas, que en ocasiones llegan a resultar algo cargantes. En otras, sin embargo,constituyen uno de los mayores alicientes de la historia junto con sulograda recreación histórica. En cuanto al estilo, sorprende su pulcritud,su extrema corrección. No hay un estilo elaborado, ni barroco, ni siquierapersonal. Y le autor que narra fácil y sin complicarse la vida, se le notala falta de oficio.
Volviendo al argumento, no puede decirse que destaque por su gran originalidad. Se ha comparado a esta novela con "Los pilares de la Tierra" por su ambientación medieval, el mismo tono de culebrón, tener como fondo la construcción de un templo. El pérfido de los "Pilares" era también más adulterado que sus equivalentes catalanes. Eso no quiere decir que los personajes de la "Catedral" sean una maravilla en cuanto a profundidad psicológica, pero cumplen con su cometido.
Las diferentes narrativas que usa el autor están conformadas con cierta agilidad, pero con un estilo aséptico y en ocasiones gratuitamente denso, escasa profundidad intelectual y psicológica y con bastantes concesiones gratuitas a los estereotipos que emplea, en donde subyace un melodramatismo fácil. El desenlace, de más de cien páginas, resta un poco de tensión narrativa. La narración entretiene, es un libro par no iniciados en lo profundos caminos de la literatura, no se hace farragoso, tiene un ritmo de película épica americana, un tono melodramático y mucho de folletín. No es "alta literatura", pero entretiene y parece muy bien documentada. El autor reconoce que este texto antes de ser publicado, ha pasado por más de una docena de manos que lo han corregido. Se nota que se ha buscado lo más comercial, y no han fallado: saben lo que gusta al público. Pero aunque no sea totalmente mérito del autor sino de un trabajo "editorial", no está mal para pasar el verano... Esa es su finalidad; no le demos más vueltas...

Cuando fuimos agua, de Antonio López del Moral

Cuando Fuimos agua es un paseo por el lado oscuro del amor, una mirada a sus furtivos acompañantes, el deseo y la insatisfacción. Es una historia urbana cuya lectura me recuerda a las novelas de George Simenon, con su descripción de los diferentes sentidos. En esta novela el lector huele a sexo, lo toca y saborea en cada página; en ella los personajes se desnudan de su cotidianeidad para mostrarse tal y como son, sin otras pretensiones. Buen final, coito interrupto incluido.
Estamos ante un grande de la narrativa actual; No sólo por sus anteriores éxitos literarios, ni por los premios obtenidos. El autor sigue fiel a su causa y lo vuelve a demostrar con un estilo magnífico donde, desde la concepción de la historia hasta el sublime tratamiento de los personajes, todo en ella está muy cuidado. Lástima quizás que se trate de un relato breve del que se podría haber obtenido más si se hubiera profundizado en su trama. El final, aunque inteligente, esta falto de la pausa que necesita la novela; el autor cierra con inteligencia el círculo pero de manera apresurada, como si el climax le hubiera agotado y ya no pudiera continuar. De esta manera queda al final una cierta insatisfacción sin la cual estoy seguro que estaríamos ante una novela que hubiera ganado la sonrisa vertical que todos llevamos dentro.

El pintor de batallas, de Arturo Pérez reverte

El Señor académico de la Lengua Castellana, el ilustre ex-corresponsal de guerra y autor cinematográfico español por antonomasia (¿Cómo lo consigue?) da un giro a su carrera y nos trae una obra diferente en la que los protagonistas asumen la condición de argumento principal de la narración. Atrás quedaron aquellos libros en los que el argumento era el verdadero protagonista y los personajes eran meros actores de la película que vendría después. No es de extrañar en un autor al que sólo el cine consigue mantener en las listas de best-sellers. Se trata de un texto de reflexión, centrado únicamente en el diálogo entre dos personajes que Reverte utiliza para ventilar sus fantasmas interiores acumulados a lo largo de toda su experiencia como corresponsal de guerra.
No queda claro si es una apología contra las guerras o si trata de arremeter contra la cultura mostrando más cultura. En efecto, utiliza la ciencia, el arte, la fotografía y la guerra como eje argumental, mezclándolos en la coctelera sin una clara intención. Además da la sensación que el autor piensa que las guerras, más que una forma de manifestar la condición humana, son fruto del azar y de ese engranaje sideral cuyo culpable es el caos y la casualidad. Por otra parte su análisis de la condición humana, adornado por toda la novela con anécdotas e historias de dudoso gusto no deja de ser superficial, sin consecuencias. El protagonista acaba como empieza.
En definitiva una más de este autor cuyo declive se acrecienta a la vez que aumenta su fama. Lástima por los seguidores que esperaban un cambio de tendencia en este conocido escritor.

martes, 11 de agosto de 2009

Cuernos retorcidos, de Joaquín Leguina

Excelente edición de Ediciones Irreverentes lleavda a cabo por Miguel Angel de Rus. Encontramos en Cuernos retorcidos la narración de infidelidades matrimoniales, un París soñado, los fantasmas de nuestro tiempo, vecinas incitantes, traiciones políticas, diputados de mujeres indiscretas, verdugos incapaces de perdonar a sus víctimas, el marketing como ideología política, y como no, la encrucijada española; o dicho de otro modo; cómo vertebrar un país en el que los elementos disgregadores actúan con más fuerza y capacidad publicitaria que los integradores. Los protagonistas de este libro, que reúne lo mejor del universo creado por Joaquín Leguina a lo largo de su obra, se llaman Marlene Dietrich, Winston Churchill, Malraux, Picasso, Darwin, Ernesto Guevara, Althusser, Giorgio Bassani, Jorge Semprún, Javier Reverte, Samuel Beckett o Fernando Arrabal. En Cuernos retorcidos se mezcla la narración, el ensayo y los recuerdos personales. Hay cuernos porque hay relaciones amorosas, y son retorcidos porque el autor retrata una realidad de cornamenta rebosante de puntas y de intenciones sinuosas y agresivas, a la que se enfrenta con las armas dialécticas de la ironía, la sátira y el sarcasmo. El cosmos particular de Leguina queda concentrado, rebosante de humor, erotismo y recuerdos de los viejos maestros.
En la presentación de esta obra, llevada a cabo en la Casa del Libro por Pilcar Cernuda, Miguel Angel de Rus y Juan Manuel de Prada, ante 150 espectadores privilegiados, entre los que estuve, se destacó el valor intelectual y ético de esta obra que marca una nueva etapa en la obra de Leguina.
Joaquín Leguina (Villaescusa,1941) Es autor de una valiosa obra narrativa en la que destacan La fiesta de los locos, Tu nombre envenena mis sueños, La tierra más hermosa, El corazón del viento, Cuernos, Por encima de toda sospecha y El rescoldo.

martes, 3 de marzo de 2009

El corazón helado, Almudena Grandes

El día de su muerte, Julio Carrión, poderoso hombre de negocios cuya fortuna se remonta al franquismo, deja a sus hijos una gran herencia pero también muchos puntos oscuros de su pasado y de su experiencia en la Guerra Civil y en la División Azul. En su entierro, su hijo Álvaro, se sorprende por la presencia de una mujer joven y atractiva, a la que nadie había visto antes y que parece delatar aspectos desconocidos de la vida íntima de su padre. Raquel Fernández Perea, por su parte, hija y nieta de exiliados en Francia, lo sabe en cambio casi todo sobre el pasado de sus progenitores y abuelos, a los que ha preguntado sobre su experiencia de la guerra y del exilio. Con El corazón helado Almudena Grandes nos entrega sin duda su novela más ambiciosa, en la que traza a través de dos familias un panorama emocionante de la historia reciente de nuestro país, y también del conflicto de las nuevas generaciones con la memoria.
Ha hecho en esta obra una gran labor de documentalista, buscando la perfección en los más mínimos detalles aunque a veces olvida ciertos acontecimientos. En determinadas partes manifiesta su ideología política y le condiciona la narración; esto hace que se aleje de la frescura de otras obras suyas como Las edades de Lulú o Malena es nombre de tango. Quizás la obra es demasiado ambiciosa y su extensión no es sinónimo de su calidad. No es con mucho su mejor obra.

Bäsle, mi sangre, mi alma, de Miguel Angel de Rus

En “Bäsle, mi sangre, mi alma” Miguel Angel de Rus narra con maestría la historia de amor de juventud vivida por Mozart y su prima Maria Thekla. Un amor imposible y prohibido que le marcaría para toda la vida. Al margen de la historia oficial en la que Mozart queda prendado de su mujer Konstance, la obra muestra una historia pasional, llena de impedimentos. Contraponiendo versiones oficiales, muy cinéfilas y del gusto de nuestro tiempo, Miguel Angel de Rus, uno de los escritores más vanguardistas e innovadores de la actualidad, se atreve con todos y reescribe la vida del músico; con un estilo epistolar e innumerables anécdotas y datos, la correspondencia entre Mozart, su padre y María nos hablan de los sentimientos puros y a veces impuros de un joven que vagaba por Europa y que despertaba recelos allí donde mostraba su genio. El autor plantea múltiples interrogantes sobre su posible paternidad, su comportamiento sexual, los amores incestuosos… en definitiva facetas de un Mozart desconocido hasta ahora y que la historia e intereses familiares se han encargado de modificar.
Miguel Angel de Rus es un escritor curtido en mil batallas; no son batallas reverterianas, sino más bien valleinclanianas o borgianas si me lo permite. Tiene una gran capacidad de mezclar su profundas raíces culturales, que lo convierten en un clásico, con sus innovadoras formas expresivas. La cantidad y calidad de sus obras le llevan a enfrentarse y experimentar con éxito nuevas formas literarias. Su prosa nos muestra literatura pura sin dejarse perder en los vericuetos de la historia. Pocos autores reflejan con ese estilo epistolar donde debe concentrarse en cada carta los sentimientos de sus protagonistas y donde estos deben evolucionar en compartimentos estancos. Además lo mezcla con el género histórico de manera excepcional, adaptando el lenguaje al momento histórico que representa. En definitiva un estilo claro y directo con gran riqueza del lenguaje y dominio de la técnica que le encumbran como uno de los autores que hay que leer con más interés actualmente, y el único que se atreve a mostrar ese alma con doble personalidad, Dr Jekill y Mr Hyde de la literatura española.
Extraordinaria novela, imprescindible en cualquier biblioteca.

Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez

Este año se celebra el cuadragésimo aniversario de la publicación de “Cien años de soledad”, obra cumbre de la literatura Iberoamericana y considerada por muchos como “El Quijote Americano”. También celebramos el vigésimo quinto aniversario de la concesión del Premio Novel de literatura a su autor, Gabriel García Márquez, Gabo para casi todo el mundo.
La novela tuvo un éxito inmediato desde su publicación y se han vendido hasta la fecha más de treinta millones de ejemplares.
Es un buen momento para releer este clásico; con motivo del evento son innumerables las ediciones especiales que han salido al mercado de esta obra; es especialmente interesante la edición conmemorativa de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española; Aparte de un árbol genealógico de la familia Buendía, muy útil para la lectura, viene acompañado de comentarios de los principales escritores latinoamericanos del momento y, como casi siempre, no están los mejores (que alguno hay) sino los más famosos.
Se trata de una novela que contiene numerosas historias que se pueden leer como si de cuentos aislados se tratara.
La ciudad de Macondo y las aventuras y desventuras de la familia Buendía a lo largo de varias generaciones, marcada por la descripción exhaustiva de la soledad de los personajes modelan una obra en la que el realismo mágico adquiere su máxima expresión. En efecto, los personajes pueden volar o volver tranquilamente de la muerte; yuxtapone la fantasía con el mundo real y el lector asume la realidad del todo resultante como conclusión lógica.
Desde un punto de vista más técnico, la novela carece de espacios reales o ficticios; éstos son míticos, al estilo de Pedro Páramo y la técnica de los anticipos y retrocesos narrativos hacen de ella una novela única. Por último quiero destacar su intertextualidad, que busca descaradamente la complicidad con lector. Por último recomendar a los que no la hayan leído que no dejen de hacerlo y a los que lo hicieron hace tiempo que vuelvan a Macondo cuanto antes.

Antología del relato español, de Ediciones Irreverentes

Ediciones Irreverentes ha tenido el acierto de realizar una Antología del relato español con una cuidada exposición de autores de referencia en el panorama literario español. Nombres tan consagrados como Francisco Nieva, Fernando Sánchez Dragó o Luis Mateo Díez y algunos no tanto pero con la misma o mayor calidad literaria como los de Miguel Angel de Rus, José Enrique Caníbal o Antonio López del Moral nos muestran sus relatos con diversa fortuna pero en los que su lectura siempre deja algo que pensar, algún recuerdo que evocar y por la diversidad de autores (más de quince) una identificación cultural y generacional.
En la Antología no encontramos un nexo común a los autores ni a la temática, solo el deseo de comunicar y realizar literatura pura. Es más un acierto que una crítica; la tendencia actual del arte es la diversidad y solo desde ésta se puede entender este tipo de retrospectivas. En este estilo tan complicado en el que el autor tiene pocas páginas para expresarse, los autores demuestran toda su capacidad. Por indicar algunos, me han gustado mucho el de de Lourdes Ortiz que es muy original y demuestra que el autor no es ajeno a lo cotidiano y que se deja influir por las manifestaciones más bárbaras de la sociedad actual (siempre pensé que el cabezazo de Zizou era de Antología). Otros como el de Dragó muestran con fina ironía los años de posguerra y en Gómez Rufo encontramos una sensibilidad admirable hacia la tercera edad y en contra de la deshumanización laboral. José Enrique Canabal nos muestra su habitual inquietud sobre un mundo descreido-futurista, demostrando que la esencia humana es la misma con independencia del momento histórico.
Buena antología, algo austera para el fin que tiene y en la que literatura está muy por encima de la encuadernación (hubiera sido muy acertado una reseña más larga de los autores y una encuadernación más lujosa; business is business). Imprescindible en cualquier biblioteca y para cualquier lector.

El regreso de Casanova, de Arthur Schnitzler

La editorial Acantilado rescata para nosotros un clásico en una edición muy cuidada, de excelente presencia y sugerente portada. En El regreso de Casanova Schnitzler nos muestra al personaje universalmente conocido en la faceta de la senectud; es un fantasma que vive del recuerdo, abandonado y arruinado. El seductor, ya entrado en años, cansado de aventuras eróticas e intrigas políticas, descubre un último reto en una joven de gran belleza y sólida formación. Las miradas glaciales que ella le dedica, así como el ardor que ella muestra en sus discusiones intelectuales, despiertan en Casanova su instinto cazador y la certeza de poder alcanzar algo que en toda su vida le había sido vedado: la completa felicidad.
Arthur Schnitzler nació en Viena en 1862 y estudió medicina, especializándose en psiquiatría y manteniendo amistad con Sigmund Freud. A la edad de treinta y un años abandona la medicina para dedicarse a la literatura por completo y su obra se verá totalmente influenciada por su educación y forma de vida en la sociedad judeo-burguesa dominante en la Viena de finales del siglo diecinueve.
La novela revela una extraordinaria modernidad, tanto en el orden psicológico como en el meramente formal. El tratamiento de los personajes es excelente y el autor tiene un gran dominio del lenguaje que le permite sintetizar ideas en pocas palabras. Se nos muestra una faceta de Casanova en la cual la seducción no tiene posibilidad de enfrentarse a la realidad del tiempo y el ingenio debe sustituir a la atracción. Con una concepción formal que recuerda a las novelas ejemplares la acción es muy rápida y el sorprendente final divierte y nos muestra el verdadero poder de la seducción.
Excelente muestra del concepto del amor y el placer a lo largo de la edad con un narrador consciente de su presente y que se autoengañó para tener un futuro. Como toda la obra del autor, imprescindible en su biblioteca.

El asombroso viaje de Pomponio Flato, de duardo Mendoza

Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) es un escritor de cuya lectura he disfrutado siempre. ‘La verdad sobre el caso Savolta’ y ‘La ciudad de los prodigios’ son mis novelas favoritas de este autor y, junto a ‘Sin noticias de Gurb’, las que más fama le han dado.
‘El asombroso viaje de Pomponio Flato’ es una amalgama de casos, situaciones y fuentes de información. El propio autor explica al final del libro que ha utilizado las fuentes clásicas como la Historia Natural de Plinio el Viejo. Creo también que ha usado fuentes modernas como famosa ‘Vida de Brian’ que se percibe durante la lectura de toda la novela. El argumento es muy sencillo: Pomponio Flato, Romano (de la orden ecuestre, como repite él mismo una y otra vez), apasionado y estudioso de la Naturaleza y de los griegos (si bien él mismo se lamenta de los tiempos que corren para el pensamiento ("...Atenas no es lo que era en tiempos gloriosos de Pericles. Hoy en día los preceptores en vez de inculcar sabiduría, sólo piensan en dar por el culo a sus discípulos"), hombre sometido a las flatulencias estomacales, deambula por caprichos del destino por Nazaret cuando el carpintero José (sí, el de la Biblia, el de toda la vida) se ve acusado de asesinato de un prohombre local (Epulón). Obligado por la falta de dinero es contratado por Jesús con insistencia. Nuestro antihéroe se dedica a recoger testimonios de lo más granado de la sociedad el mendigo Lázaro ("la pobreza es mi negocio y no soy negligente"), Filipo el griego, guaperas de curiosa identidad, Quadrato el legionario (el 'poli' duro), Apio Pulcro, el delegado de Roma ("es mi deber hacer cumplir la ley, no conocerla") y dos mujeres, que a su modo, son estándares: Berenice, la pija guapa, a la que Pomponio se refiere como "Berenice, la de brazos cándidos", o "Berenice, de pálida frente"; y la puta guapa, Zara, que es "Zara, la de hermosos tobillos", de la que también dice que es "no exigua en formas"... él mismo termina siendo "fugaz recipientario" de su servicios.
La novela intenta ser detectivesca, pero no llega porque el argumento, desde el punto de vista "negro", no funciona mucho. También intenta emular a la novela histórica y se perciben elementos quijotescos o cercanos a La conjura de los necios. El improvisado detective parece medio idiota (o idiota entero para ser sinceros y encima no tiene mucha gracia). La novela intenta divertir sin conseguirlo al estilo que Mendoza nos tiene acostumbrados.

Manual de literatura para caníbales, de Rafael Reig

Estamos ante uno de esos libros que aparecen en las librerías de forma ocasional, pasan discretamente por las listas de libros más vendidos, si es que acaso aparecen, y discretamente se olvidan por el gran público; no es así para un reducido grupo de lectores que saben apreciar la riqueza que atesoran. Se trata de una obra divertida e inteligente. Rafael Reig repasa la historia de la literatura castellana de los últimos dos siglos, desde el siglo XIX, superando el presente y llegando a un futuro no muy lejano. No puedo dejar de recordar el éxito editorial de El Mundo de Sofía, y extrañarme que esta obra no se haya difundido más. Es otra muestra del panorama literario actual en el que predomina el marketing sobre la calidad.
La trama se desarrolla utilizando a la familia Belinchón a lo largo de los dos últimos siglos. El primer miembro no sabe leer ni escribir pero ya desde entonces se forma una saga que se vincula sin remedio a los principales movimientos literarios y a los principales escritores de este periodo. Los Belinchón siempre llegan tarde, no logran culminar su obra y quedan atrapados en una maldición que da lugar a numerosas situaciones en las que intervienen personales de la literatura universal. Desde el romanticismo hasta el siglo veintiuno con una guerra civil entre escuelas literarias.
A lo largo de la novela Rafael pretende comunicarnos su reflexión profunda acerca de la literatura y de los movimientos que van surgiendo con mayor o menor acierto. Como muy bien dice “Al fin y al cabo, la literatura no es más que un tipo que está en su casa y se pone a escribir en pijama. Este individuo obstinado escribe y escribe, sin parar, hasta que consigue terminar un libro. Después otro objeto lo imprime, otro lo distribuye y, al final del recorrido, siempre aparece otro, también en su casa, que se pone a leer sin zapatos, con los pies encima de la mesa. Esto es el fenómeno literario. Pare usted de contar. Tipos cansados, con ojeras, que escriben en pijama. Mujeres adormiladas en un vagón de tren. Hombres que se descalzan para leer más cómodos. Niños absortos en un rincón del patio durante el recreo.”
A diferencia de otras obras de este tipo, Rafael se moja en su opinión de las diferentes épocas, generaciones y escuelas literarias. Va en contra de las versiones oficiales que figuran en los manuales y cuando llega al presente y futuro posterior se atreve hasta con él mismo. No comparto todas sus opiniones pero reconozco su audacia. Creo que en determinados momentos se moja demasiado políticamente y seguramente sobra algún comentario. Aunque la novela pierde intensidad al final y su percepción del futuro y desenlace de la novela baja estrepitosamente en el último capítulo hay reconocer que demuestra un profundo amor a la literatura. No dejen de leerla; no les dejará indiferentes.

La clepsidra de Neptuno, de Miguel Gómez Yebra

Vicente es un joven grafólogo que se ve envuelto en una trama matemática sin quererlo. Diferentes miembros de comunidades pitagóricas herederos de los mudéjares y los áureos renacen de sus sociedades secretas y alteran la existencia tranquila y deseada por el joven protagonista. Como en otras novelas existe un manuscrito que debe analizar y del que dependerá su vida.
A diferencia de otras novelas que utilizan fenómenos históricos, Miguel Gómez consigue compaginar en su obra los datos históricos con la cotidianeidad de los personajes. Existe una perfecta simbiosis que aporta frescura y credibilidad. Aunque parezca increíble la trama matemática es interesante y el libro permite una lectura sin conocimientos previos, aunque para los entendidos se guarda muy bien de explicar con detalle todo tipo de teoremas, axiomas, números y figuras sidéreas e incluso reproducción de las hidras. La novela engancha desde el principio y se sigue con interés.
Pocos autores de Ediciones Irreverentes se atreven a escribir más de quinientas páginas en una novela (José Enrique Canabal, López Alonso y poco más). Es un proceso arduo y difícil que requiere un complejo proceso de creación/maduración/ revisión/destrucción/y nueva creación. Sólo cuando se produce una obra de este estilo se puede hablar de madurez total de un autor. Recomendable para todos los públicos.
Miguel Gómez Yebra, Licenciado en Matemáticas y en Filosofía y Ciencias de la Educación, reside en Alhaurín de la Torre desde el año 2000. Nació en Sarria (Lugo), pero desde los once años vive en Andalucía, primero en Málaga y posteriormente en El Puerto de Santa María (Cádiz), donde escribe su novela Más allá del Ecuador, finalista (1993) en el Premio UPC de Barcelona. También ha sido finalista en el II Premio de Poesía El Ermitaño (El Puerto de Santa María, 1999), con su libro Álbum de otoño, y en el V Premio de Poesía María Luisa García Sierra (2003), con el poemario Visiones de crisálida, que se publica en el año 2006 (Ediciones Dauro). En octubre de 2004 publicó su novela Las pirámides de Azulia (Editorial Río Henares).

Una noche con la muerte, de Juan Patricio Lombera

Ediciones Irreverentes nos deleita con otro premio literario, en esta ocasión de teatro y de la mano de la revista El Espectáculo teatral que da nombre al premio.
Se trata de una nueva iniciativa que ha tenido una gran acogida y que demuestra que se pueden hacer cosas para salir de la modorra literaria actual. Los finalistas son de mucha calidad y, aunque yo hubiera elegido a otro ganador, el esfuerzo que supone editar una obra de teatro en estos tiempos es digno de elogio. Además me puedo unir a la disputa (literaria eso sí) sobre la mejor conveniencia de dar dinero al ganador, publicar su obra o financiar su estreno. Yo sin dudarlo optaría por esta última.
Una noche con la muerte: es la finalista y la más negra.
Se presenta la relación de un moribundo con la muerte. Ésta tiene forma de mujer y además de muy buen ver. Con un humor negrísimo el protagonista, tras descubrir los planes de la muerte, se los cambia; pretende y consigue seducirla y provoca un diálogo fresco y ágil, de gran dinamismo en el que la intriga logra contener la carcajada y desgraciadamente termina rápido, demasiado rápido. Creo sinceramente que esta obra permite aumentar su extensión y pasar a ser una obra explotable comercialmente, sin perder la altísima calidad que tiene. La riqueza del lenguaje, el estilo ágil y la propia concepción de la obra recuerda sin duda a autores sudamericanos como Marquez.
El discurso de los poderes: otra obra de mayor extensión y también de mucha calidad. En esta ocasión se muestra a un periodista secuestrado por la guerrilla de una república bananera al que pretenden utilizar como moneda de cambio. Los distintos intereses políticos creados en ambos bandos y la diferente visión del problema en función de los intereses personales de los protagonistas se muestran con claridad y rápidamente nos damos cuenta que los que menos importa es la vida del protagonista. Éste, mediante monólogos muy interesantes nos muestra todo un ideario político que lucha contra estas dos lacras de la sociedad hispanoamericana. Al final no hay buenos, todos son malos, no tienen dignidad ni respeto por el ser humano y el protagonista guarda un negro as en la manga que no dudará en utilizar.
Muy cuidada en los pequeños detalles que luego se agradecen al preparar la obra que demuestran el conocimiento que tiene el autor de la técnica teatral. Dos buenas piezas teatrales de fácil y entretenida lectura. Este podría ser el resumen de la obra que acaba de publicar Juan Patricio Lombera en Ediciones Irreverentes.
Juan Patricio no se prodiga mucho; su obra está muy pensada y él mismo reconoce que su proceso de creación es lento; vale la pena esperar. No duden en comprarla.

martes, 18 de noviembre de 2008

El juego del Ángel (Carlos Ruiz Zafón)

Cuando nos referimos a Carlos Ruiz Zafón no podemos evitar reseñar el indiscutible éxito literario de los últimos años; su obra La sombra del viento, cuya lectura recuerdo devoré con ansia y con una intensidad que desconocía desde hace años. De la noche a la mañana un autor desconocido se había colado por la puerta de atrás en medio del panorama literario español contemporáneo. Aunque ya había publicado alguna novela para el público juvenil, nada hacía presagiar el nacimiento de esta obra.

En la turbulenta Barcelona de los años 20 un joven escritor obsesionado con un amor imposible recibe la oferta de un misterioso editor para escribir un libro como no ha existido nunca, a cambio de una fortuna y, tal vez, mucho más. David, el joven protagonista, se instala en una vieja casona y desde su estudio en la torre escribe sus novelas mientras trata de descifrar los enigmas que se le van presentando y de conquistar el amor de la esquiva Cristina. Los personajes van enlazando sus historias en una ciudad atrapada por recuerdos e historias que hacen confundir, como en un sueño, la realidad con la ficción. La literatura dentro de la literatura es uno de los recursos que el autor utiliza con precisión y creatividad para delinear sus personajes y hacerlos vivir diversas experiencias

Los personajes están muy bien descritos; rápidamente nos hacemos a ellos y nos familiarizamos con sus sentimientos y deseos. Se produce una ligera evolución y siempre guardan algo que provoca en el lector una sensación expectante, pendiente de que aparezca algo más, como si quedara algo del personaje por contar o como si esperáramos una repentina revelación que nunca llega. Carlos Ruiz es un maestro ambientando historias y encuadrando los personajes en un guión que maneja con soltura.

Tras el experimento de Marina, el autor se perfeccionó y consagró con La sombra del Viento. Con El juego del Angel la temática de Zafón se agota y cae en declive. No deja de ser una continuación de la anterior que no aporta nada nuevo y que no consigue impactar de la manera que lo hizo su predecesora. Como no cambie de recurso y busque nuevos temas que contar su carrera literaria tiene los días contados. Gran éxito económico para la editorial y el autor. Preocupantes muestras de agotamiento literario.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Alfred Hitchcock, 14 películas imprescindibles, de Ramiro Cristóbal

La relación entre el cine y la literatura es consecuencia del fin que suelen perseguir, que en la mayoría de los casos no es más que entretener y fomentar la imaginación. Ambas artes nos hacen soñar e imaginar despiertos, conocer y disfrutar de mundos, ambientes y todo aquello que anhelamos. Esta relación siempre ha estado marcada por la literalidad con la que el cine traduce las obras literarias, saliendo perdiendo en la mayoría de los casos, acaso por la forma en que se juzga; el gran público y habitualmente la crítica comercial quisiera convertir al escritor en director y así visualizar y recordar con toda exactitud las sensaciones y placeres que provocó la lectura. Vano intento aunque no renunciamos a él y salvo contadas ocasiones, inalcanzable. No nos damos cuenta que el cine, como la literatura, no sólo pretende entretener a espectadores pasivos. Al contrario, el autor y el director tienen suficientes herramientas que les permiten mostrar otros aspectos que influyen en nuestra percepción provocando múltiples feedbacks en los espectadores.
El libro que presento en esta ocasión pretende hacernos pensar y recordar sobre la obra de Hitchcock. No sólo nos cuenta con detalle la trama de las películas, sino que las analiza incidiendo en los pequeños detalles. Multitud de anécdotas nos acercan a las películas, su director y a todos los actores que intervinieron en ellas. También se habla mucho de los personajes y de cómo los actores lograban identificarse o no con su papel. Pero lo más novedoso es que el autor nos habla de aspectos psicológicos presentes en la obra de Hitchcock, utilizando un gran estilo didáctico. El ser humano, su forma de comportarse con los demás y las pasiones que provoca son una constante en toda la obra, perfectamente explicado por Ramiro Cristobal.
Genial obra de consulta, disfrutarán de su lectura recordando multitud de escenas y situaciones vistas con el ojo de un experto en cine.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Relato soñado, de Arthur Schnitzler

La producción editorial en lengua castellana es vastísima. Hay novelas para todos los gustos. Abundan las novelas sin pretensiones, de trama histórica; otras tienen algo de calidad. Hay editoriales que reeditan antiguas novelas desconocidas por el gran público, de autores que vivieron momentos prodigiosos en sociedades en las que la intelectualidad se respiraba en todos los ambientes, no sólo los musicales y de determinada ideología. Este libro es un buen ejemplo de ello. La editorial El Acantilado rescata para nosotros esta novela en una edición muy cuidada, de excelente presencia y sugerente portada. Arthur Schnitzler nació en Viena en 1862 y estudió medicina, especializándose en psiquiatría y manteniendo amistad con Sigmund Freud. A la edad de treinta y un años abandonó la medicina para dedicarse a la literatura por completo y su obra se verá totalmente influenciada por su educación y forma de vida en la sociedad judeo-burguesa dominante en la Viena de finales del siglo diecinueve.
Relato soñado nos muestra a un médico similar a Arthur, Fridolin, acomodado, felizmente casado y padre de una niña. Durante el carnaval se siente arrastrado hacia lo desconocido. Aburrido de su vida es atrapado por el deseo, que le impulsa a vivir una aventura extraña y de fascinante intensidad. Diferentes personajes se cruzan en un corto espacio de tiempo obligándole a reflexionar sobre su vida, su familia y su destino. En una noche se plantea romper con su pasado y replantearse su vida.
La novela tiene una gran sutileza y una capacidad descriptiva y psicológica extraordinaria. Sigue siendo vigente (si no fuera por determinados detalles podríamos pensar que se sitúa en la actualidad) y el planteamiento de los personajes es magistral. Se percibe un sentimiento de crítica hacia la sociedad y desbroza perfectamente las complejas profundidades de la relación de pareja, obsesionado me atrevería decir por el lado psicológico del sexo. Eyes Wide Shut fue un intento de reflejar de manera bastante fiel el relato soñado. Gran película de Stanley Kubrick y genial obra literaria. Imprescindible en su biblioteca.

Vídeo del periódico literario Irreverentes

Vídeo del primer año del periódico literario Irreverentes

El ladrón de arte, de Noah Charney

Una serie de robos de obras de arte se sucede por el mundo; un cuadro de Caravaggio desaparece sin dejar rastro en una iglesia de Roma; un Kasimir Malevich desaparece de la cámara acorazada de una fundación protectora del arte. Los museos importantes tampoco pueden evitarlo: un cuadro desaparece de la National Gallery de Londres. Inmediatamente se inician las oportunas averiguaciones, interviniendo agentes de todo el mundo. Lo que parece una serie de robos sin aparente conexión se convierte en una trama oscura con el mundo del arte, sus personajes y sus miserias como fondo aparente. Paradójico que el cuadro principal de la novela “Blanco sobre blanco” se utilice en una trama tan oscura en la que no se salva nadie: ni profesores, ni conservadores de arte, ni la aristocracia más británica…
Noah Charney es un joven escritor muy vinculado profesionalmente al mundo del arte. Fruto de sus experiencias intenta plasmar su visión de este peculiar mundo, ahondando en el conocimiento del arte, sus diferentes cánones, y mostrando anécdotas y curiosidades basadas en su experiencia. El autor intenta mostrar la fealdad que existe tras la belleza con poco éxito, liando la trama y exprimiéndola hasta límites poco creíbles.
Cuesta un poco hacerse a la idea y seguir el argumento ya que en los diferentes capítulos se entremezclan sin sentido los diferentes países y los personajes, lo que hace difícil su lectura. Los personajes son muy superficiales y con encefalograma plano; no hay ninguna psicología en sus actos y en muchos momentos te planteas si con esos inspectores será posible conseguir algún avance. Tengo la sensación que en su redacción se ha influenciado por alguna película de cine al estilo Thomas Crown…
Es un pena que este tipo de escritores goce de presupuesto editorial en el extranjero y que haya editores españoles que importen este tipo de obras que no aportan más que bulto y confusión en las casas de citas y lupanares literarios donde últimamente adquirimos nuestros libros. Si buscan profundizar en el mundo del arte no lo compren y si buscan literatura… ¡¡¡huyan!!!

El espejo, de Antonio López del Moral

El espejo es un conjunto de relatos de diferente duración magníficamente ambientados en una trama urbana y marginal que nos muestra la decadencia de una sociedad que se ha parado, hastiada de vivir y esperando el trágico final.
Esta obra logró el accésit del Primer Premio Internacional VIVENDIA de Relato.
Antonio López del Moral se sincera en esta obra y sus personajes muestran su verdadero ser, nos cuentan lo que su interior nunca se muestra y esas reglas no escritas que deciden el devenir en los ambientes marginales.
La prosa de Antonio es rica e inteligente; se desenvuelve mejor en los espacios cortos, amaga a la perfección y contiene el bravío literario hasta límites que dejan a la plaza muda. La dificultad de este tipo de obras es lograr una coherencia y temática uniforme y en este caso se realiza sin grandes problemas. Hay relatos para todo: los hay rudos, marginales, violentos y en algunos casos nostálgicos y que provocan emociones que con la edad vamos perdiendo. Como dice la contraportada la novela es la realidad dejada a enfriar en el plato hasta que fermenta, y retomada sólo cuando el pensamiento se pone en erección. Para amantes de sabores fuertes, psicólogos en busca de inspiración y allegados con poluciones (ahora que lo de Kioto está tan de moda).
Tras sus últimas novelas llega esta nueva obra que supone una continuidad en su trayectoria, pero muestra a un autor consciente de su situación, al que le llega el momento de dar el giro definitivo a su carrera y demostrar así la calidad que tiene.